sábado, 10 de noviembre de 2012

Donde ayer hubiese


Sonrisas que recorren rencorosas
los resquicios del recuerdo
Risas que corretean traviesas
los rincones de la urgencia

Urgencia de la lágrima suicida
suicida que tiembla en el balcón
Balcón es el ojo abierto y aterrado
que a dejarla caer se resiste

Ceniza gris donde ayer hubiese fuego
humo espeso donde ayer hubiese hoguera
Frío ardiente donde ayer hubiese brasa
lamento amargo donde ayer hubiese gemido


Cerrado, pequeño, ínfimo, vacío,
no queda nada hoy, pero buscas y encuentras
Pero buscas y encuentras, hoy

Y envolverse en el recio aroma
de las miradas esquivas
Y disfrutar la ferviente melodía
de las siluetas desdibujadas
Y saborear el suave tacto
de aquella piel traidora que
Gritó con gritos mudos palabras
que ahora queman entre los dientes

Alba Expósito